Tú eres la vida

Escuché esta canción antes de enterarme de que se había escrito para apoyar una causa femenina.
Yo la escuché sin expectativas... y se me humedecieron los ojos. Tal vez porque no sólo me sentí identificada, sino que me reconocí inmersa en esa dinámica por la que todos los seres humanos transitamos alguna vez: el enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestras zonas oscuras. El mirarlos a los ojos y sentir frío, y ganas de salir corriendo.

Pero el miedo solo nos quita poder personal y nos lleva al autoengaño, impide que veamos la luz que llevamos dentro, que es mucho más grande que todo lo demás. Impide que podamos mirar adentro para recuperar nuestra inocencia, nuestra Alma. Hombres y mujeres podemos, siempre, en cualquier momento, recuperar el valor de dar un paso y observarnos con sinceridad para reconocer esos miedos y zonas oscuras, para amarlas, para quitarles poder, para decretar nuestro deseo de tomar las riendas de nuestra vida desde esa Alma, esa fuerza inconmensurable que irradia desde el corazón y va tiñendo la vida de brillo y armonía.

No eres el miedo que queda, TÚ ERES LA VIDA.