Deseo para Navidad

A punto de celebrar la Navidad nos gustaría poner una mirada especial sobre la relación entre esta festividad y la maternidad-paternidad.

En este diciembre de 2012 aparecen juntos en el tiempo dos hechos importantes para la humanidad: la entrada en un nuevo amanecer cósmico para la Tierra y el recuerdo de la aparición del Cristo en medio de la humanidad.

Aunque el nacimiento de Jesús de Nazaret ha sido mal usado por todo tipo de intereses, su venida a la Tierra y su vida es fundamental en el progreso humano, pues con su vida entre los hombres llegó a mostrar cómo es Dios.

Pero su historia también se puede leer como modelo de relación padre-hijo.

Es modelo porque Jesús va comprendiendo su naturaleza humana y desde ella va recuperando su relación con el Padre: va conociendo al Padre incluso a pesar de la dificultad de la vida en la Tierra, que viene dada porque existe una separación entre el hombre y Dios.

Precisamente ante la dificultad del hombre, el Padre se compadece, se enternece y siente el sufrimiento del hombre por estar desconectado de la voluntad divina. Nunca el Padre ha visto tan lejos a sus hijos, pero no los ha olvidado.

Igual que un padre o una madre terrenal acompaña la vida de su hijo, sea o no una buena relación, lo cierto es que el padre le da una vida al hijo, le da una posibilidad, le crea un tiempo y un espacio y lo sostiene y contiene.

Es la manera también en que el Padre celeste da forma, espacio y tiempo a todo lo que Es,… aunque de esto casi no nos hacemos idea, ya que sólo percibimos bajo la ilusión de nuestros cinco sentidos.

Todos somos hijos, hemos nacido en éste mundo y tenemos una relación mejor o peor con nuestros padres, pero siempre esa relación es un recuerdo de que la vida empieza con un padre y una madre que alientan y sostienen la vida de un hijo y le aportan un entorno que puede ser de más felicidad o menos, pero es el entorno de la Vida y la vida tiene momentos de más felicidad y de menos.

Nuestro deseo para esta Navidad es que cada persona re-descubra su relación con el Padre, sienta que no está sólo ni perdido en el Universo aunque su vida aquí sea dura.

Que cada encuentro renovado en éste tiempo, que cada fiesta, regalo recibido y abrazo estrechado, … sea un encuentro, una fiesta, un regalo y un abrazo en el corazón de Dios. Que sea algo auténtico.

FELIZ, TIERNA, MÁGICA NAVIDAD... PARA TODOS.

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